martes, 15 de noviembre de 2016

LEY MORAL

Ley Moral
Resultado de imagen para ley moral ejemplos
Ha quedado dicho que un acto determinado es bueno o es malo si su objeto, su finalidad y sus circunstancias son buenos o malos. De ordinario, sin embargo, viene de inmediato a la cabeza la pregunta: buenos o malos, ¿en relación a qué?; ¿cuál es la norma o el criterio para señalar la bondad o la malicia de un acto? Y con la pregunta, surge también la respuesta: la ley moral, que es la que regula y mide los actos humanos en orden a su fin último.

En este capítulo y en el siguiente estudiaremos cómo la rectitud de un acto nos viene dada por dos elementos: uno exterior al hombre, que es la ley, y otro interior, que es la conciencia; de esta manera, la bondad o la malicia es la conformidad o disconformidad de un acto con la ley y con la conciencia.


La ley moral es la regla extrínseca que deben cumplir los actos humanos para ser buenos, es decir, para conducir hacia el fin último del hombre. La ley orienta al ser humano para permitirle alcanzar su propio bien, esto es, su fin último. La ley moral debe coincidir con la ley suprema del universo, la ley natural, que a su vez no es sino la ley eterna o divina. Esto es, ley moral, ley natural y ley eterna son la misma cosa.



Clases de Leyes 





La ley eterna
Es el orden mismo del universo, impuesto por Dios al crearlo. Esta ley existe y es absolutamente necesaria en cuanto (según los atributos divinos) Dios no puede crear y conservar al mundo sino según un plan conforme a la razón. Nosotros no podemos conocer la ley eterna tal como existe en la inteligencia divina. Sólo podemos conocerla con la luz de nuestra razón, en la cual debe estar impresa esta ley, por ser eminentemente racional.


Resultado de imagen para ley moral ejemplos

La ley natural

Es la ley presente en la naturaleza de todas las cosas, y que el hombre conoce en el ejercicio pleno de su facultad racional. Es una impresión en nuestra razón de la ley divina o eterna. La existencia de la ley natural es atestiguada por nuestra conciencia o inteligencia de lo moral. En efecto, la inteligencia no puede menos de pronunciar ciertos juicios morales porque son totalmente evidentes, aunque se opongan a nuestras pasiones o a nuestros prejuicios. Por ejemplo: "hay que hacer el bien y evitar el mal", "hay que ser fieles, sinceros, respetuosos, etc."


La ley positiva

La ley natural se extiende a todos los actos humanos; pero sus preceptos son demasiados generales para servir en casos concretos. Esta insuficiencia se hace sentir especialmente en la sociedad, que requiere de numerosas y precisas prescripciones para asegurar el bien común. De aquí la necesidad de las leyes positivas, que deben ser dictadas conforme a razón por el legislador, y consistir en añadidos de la ley natural tendiente a determinar sus aplicaciones particulares.




No hay comentarios:

Publicar un comentario